Wohnzimmeruhr (Reloj de living)
PQN+ [Paraquenuncamas]. Museo de Arte Contemporáneo, Quinta Normal, Santiago de Chile, 2011
Mini-CD, 18’08’’
Grabado en Kirchweyhe, Alemania, octubre 2004 y junio 2005.
Mezclado en Santiago de Chile, julio 2005
Realización como instalación sonora
Instalación sonora de 4 canales de audio, muebles, texto
Parte del proyecto «heterocronías – instalaciones simultáneas en tiempos diferidos», financiado por el Fondo Nacional de Desarrollo Cultural y las Artes, 2011.
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Wohnzimmeruhr (Reloj de living)
Desde mi temprana infancia me acompañó el sonido del reloj de living en la casa de mis padres. Este reloj además de su fuerte y permanente tic-tac, indica con campanas cada media hora el tiempo. Era (y es todavía en la casa de mi madre) instrumento fundamental para la organización del día: desayuno, almuerzo, café, cena, lectura del periódico, prender la televisión para ver el noticiero y otras actividades más se rigen fuertemente por la hora exactamente definida a través de este objeto sonoro, que así se manifiesta como un instrumento de estructuración y control social familiar: de los padres a los hijos, entre los adultos, entre los niños hasta incluso frente a los invitados.
Grabé durante 24 horas todas las campanadas del reloj junto con los ruidos que se producen en estos momentos en el living. En un canal se escucha las campanadas de las medias horas (siempre una campanada doble), en el otro las de las horas cumplidas, desde una campanada hasta 12 campanadas en mediodía y medianoche. Monté estas campanadas en trozos de 45 segundos cada uno, así que mientras más largas son las campanadas, menos tiempo de «silencio» hay entre medio.
En medio de las campanadas monté fragmentos de unas largas conversaciones con mis padres, en las cuales me contaron su vida antes, durante e inmediatamente después de la Segunda Guerra Mundial, la cual provocó la expulsión de su tierra natal en Silesia y su asentamiento en el norte de Alemania. Los fragmentos escuchados son según su aparición en la obra:
…la primera vez que corrí 3000 metros…
…debía participar en la Olimpiada de 1940…
…en mi cumpleaños de 18 años tenía que hacer mi primer turno de noche…
…en marzo tenía 18 años y el 9 de abril me llamaron a fila…
…y cuando estaba empezó la guerra. Fuimos los primeros en cruzar la frontera…
…me capacitaron como radiotelegrafista, radiotelegrafista montado…
…y viene una granada exactamente bajo el caballo, y explotó. Y ahí quedamos
tirados …
…en marzo de ’45 estuvimos en Prusia del Este, allá sufrí la segunda herida…
…allá me tocó en todo el cuerpo, desde la cabeza hasta el dedo del pie, 9 cascos…
…el 6 o 7 de junio de 1946…
…hoy vas a comprar casi todos los días y en aquel entonces ni has comprado tanto en un año…
…cuando después vinieron los ingleses nos internaron…
…el papá quería emigrar…a América…
…fui a la cuenca del Ruhr, como minero…y después de vuelta a Hamburgo donde trabajé en diferentes cosas… como zapatero…
…y empecé como limpiador de locomotoras, hice la prueba como maestro…
…pero si no nos casábamos inmediatamente, habría sido cesante nuevamente…
…entonces recibimos una habitación decente, una habitación…
…cuando estuvimos en casa en invierno siempre preparábamos (schleissen) plumas…solamente nosotros lo hicimos, los de Silesia…
…como estábamos de contentos que teníamos un piso tan bonito, realmente…
Después de estas experiencias extremas de mi padres en la guerra y la post-guerra (violencia, hambre, frío) entiendo el control social, que se expresa (no solamente en la casa de mis padres sino en Alemania en general) a través de la puntualidad rigurosa y fiabilidad como búsqueda de estabilidad y sentido de la vida. Así el reloj sonante fue también un elemento clave para la enseñanza de valores y la confianza en la vida.
Rainer Krause, Santiago de Chile, agosto 2005